En la actualidad y dado el gran
avance de las TIC es importante que todos contemos con nuestra identidad
digital para darnos a conocer y relacionarnos con personas de nuestro entorno y
con la Administración.
El Certificado Digital es el
equivalente electrónico a un Documento de Identidad que nos permite identificarnos,
solicitar información y firmar electrónicamente documentos entre otras muchas
prestaciones.
Hace unos años, cuando empezó a
funcionar el Certificado Digital fui de las primeras en solicitarlo, pero por
falta de información, la desconfianza que generaba realizar trámites a través
de Internet y los pocos organismos que entonces te permitían usar la firma
electrónica, nunca lo usé y al final me caducó y lo perdí.
Ahora he conseguido de nuevo mi
Certificado Digital y he podido comprobar la cantidad de trámites y gestiones
que se pueden realizar a través de Internet, con el consiguiente ahorro de
tiempo y molestias que supone poder realizar diversas gestiones desde tu propio
ordenador.
Para probarlo he solicitado un
certificado de mi vida laboral sin necesidad de introducir datos personales ya éstos
que constan en mi certificado. No tener que rellenar formularios es una gran ventaja
porque a veces solicitan información que no tienes a mano, como el nº de tu
cuenta bancaria o de la seguridad social, y tienes que buscar documentos para
poder cumplimentarlos, eso sin contar la innumerables veces que he tenido
problemas porque algunos formularios no reconocen la “ñ” y mi apellido contiene
una, y hasta que te das cuenta que ese es el problema tienes que hacerlo una y
otra vez.
He accedido a PASEN (Consejería
de Educación) y he podido ver mi expediente académico.
Y ya por último he accedido a la
página de la Agencia Tributaria
para ver como funciona con vistas a la próxima declaración del IRPF.
Bueno, esto es solo el principio
aún queda mucho por descubrir sobre el Certificado Digital.